La historia de Namasté o Námaste muestra que se trata de un saludo de origen sánscrito. Esta es una lengua originaria que cuenta con 3.500 años de antigüedad, procedente del norte de la India arcaica.
La palabra Namasté está compuesta por dos partes, con significados diferentes. La primera es ‘namas’, que significa ‘inclinarse ante’ u ‘honrar a’. La segunda, ‘te’ significa ‘para ti’.
Se puede decir, por lo tanto, que el verdadero significado de la palabra Namasté es ‘me inclino hacia ti’.
La palabra Namasté se utiliza en numerosas culturas para saludar, despedirse, dar las gracias, pedir, mostrar respeto y rezar.
Comúnmente, suele venir acompañado de una inclinación ligera de la cabeza y las palmas abiertas y unidas entre sí, delante del pecho, en posición de oración. En algunas culturas occidentales, se lleva a cabo una inclinación algo más pronunciada para simbolizar el respeto hacia uno mismo y hacia los otros.
Historia de Namasté: origen
Namasté se suele utilizar en prácticas como el yoga o la meditación. Sirve como saludo de encuentro o como despedida, generalmente tomado como una expresión de buenos deseos. Para conseguir mantener una buena práctica de estos ejercicios, es necesario aportar una buena luz como la que se consigue con una vela o una lámpara de sal del Himalaya.
En el contexto de estas culturas, implica un acercamiento particular a un ser superior.
La palabra Namasté tiene su origen en idioma hindi. Su uso se extiende por toda la India del Norte, donde las lenguas más comunes son el hindi y sus dialectos.
Historia de Namasté: gesto y simbolismo
La historia de Namasté dice que al pronunciar la palabra, hay que juntar las palmas abiertas, normalmente en el pecho, debajo de la barbilla, de la nariz o sobre la cabeza. Este gesto, al igual que el resto, se considera como un mudra.
En las religiones orientales, como el hinduismo o el budismo, un mudra es un gesto o una posición simbólica de las manos. Quienes lo realizan lo consideran como un gesto simbólico.
Según sus practicantes, cada mudra posee sus propias cualidades específicas, que favorecen a su vez a los propios practicantes.
En la cultura del hinduismo, se considera que existe un total de 24 mudras principales. En la meditación se combinan con los asanas, es decir, las posturas corporales.
Los gestos realizados con las manos constituyen una parte muy importante de la iconografía hinduista y budista.
Significados de Namasté en Occidente
Historia de Namasté en Literatura
En la reconocida novela ‘The journey of the fool’ de Fady Bahig, el ficticio gurú Sri Bakashānanda explica el sentido de la palabra Namasté.
Según este autor, la palabra Namasté significa ‘yo saludo a la luz de Dios que está en ti’. Este hecho, en efecto, implica que la luz de Dios del interior de uno saluda a la luz de Dios del interior del otro. Pero ambas luces de Dios interiores son la misma.
Y, además, como, generalmente, el saludo se realiza entre dos partes que se saludan, es mejor no hablar de saludos sino decir que la luz de Dios celebra su presencia eternamente en los corazones de ambos.
Nuevas «etimologías»
Todos los occidentales que aprendieron sobre el significado y la historia de Namasté a través de libros y artículos especializados, consideran que esta palabra forma parte de la práctica yogui.
Como consecuencia, en distintas ocasiones, se han atribuido significados erróneos a la palabra Namasté. Por ello, a pesar de que prácticamente todas las personas, practiquen la religión que practiquen pueden introducir el Namasté en sus creencias, es importante buscar y encontrar el verdadero significado e historia de Namasté.