La meditación se trata de una práctica muy habitual en nuestros días. A través de ella, la persona entrena la mente o induce un modo de conciencia, para conseguir alcanzar algún tipo de beneficio específico, como puede ser reconocer mentalmente un contenido sin sentirse necesariamente identificado con dicho contenido, o como un fin en sí misma.
Aunque esta práctica no constituye una religión en sí misma, se lleva practicando desde la antigüedad en numerosas religiones y creencias. Por lo general, implica un esfuerzo interno que pretende autorregular la mente.
El término meditación recoge un amplio abanico de prácticas que incluyen distintas técnicas diseñadas para promover el estado total de relajación, construir energía interna o fuerza de vida y desarrollar sentimientos de amor, compasión, generosidad, paciencia y perdón.
Una manera muy efectiva de llevarla a cabo tiene como objetivo principal mantener la concentración en un punto sin realizar un esfuerzo excesivo. La persona se enfoca en alcanzar un estado de bienestar, sea cual sea la actividad que lleve a cabo en su vida.
En función del contexto en el que se ubique, esta misma palabra es capaz adquirir diferentes significados.
Definiciones de meditación
En la cultura occidental, la palabra meditación implica un tipo de ejercicio intelectual, mientras que la palabra contemplación tiene un uso más religioso y espiritual.
A parte del uso histórico que se le ha dado a la palabra meditación, en la actualidad se utiliza también para traducir conceptos originarios de prácticas espirituales asiáticas, como el dhyana. De esta manera, los significados de las palabras meditación y contemplación se han ido asemejando cada vez más.
Ya entrado el siglo XIX, los teósofos dotaron a la palabra meditación como el conjunto de prácticas de recogimiento interior o de contemplación, propias de religiones orientales como el budismo o el hinduismo.
Para el prestigioso fundador de la antroposofía, Rudolf Steiner, la meditación constituye el camino a través del cual se alcanza el conocimiento del mundo espiritual.
Características de la meditación
Existe un amplio abanico de rasgos que caracterizan la práctica de la meditación. Estos son algunos de los más destacables:
- Representa un estado de concentración sobre la realidad del momento presente.
- Representa un estado experimentado en el momento en el que la mente se disuelve y se libera de todos sus pensamientos.
- Representa una concentración a través de la cual la atención se libra de su actividad común y se focaliza en la figura de Dios.
- Representa una focalización de la mente como un único objeto de percepción.
Técnicas de meditación
En función de donde se centre la atención, las diferentes técnicas para meditar se pueden clasificar en grandes y variados grupos.
Sea cual sea la técnica elegida, el primer paso siempre es encontrar un lugar cómodo, espacioso y ausente de ruidos. Lo más conveniente es sentarse con las piernas cruzadas y mantener la espalda recta. Al serenarse y respirar profundo, una larga lista de pensamientos rondarán por la mente pero lo importante es dejarlos ir, no intentar retener ninguno.
Una manera sencilla de propiciar un ambiente cálido y relajado es encender una pequeña vela o una lámpara de sal del Himalaya. Todo el cuarto se inundará de un aire limpio y fresco.
Una vez llevados a cabo estos sencillos pasos, es hora de comenzar con alguna de las siguientes técnicas de meditación.
Respiración
Una de las técnicas más básicas y sencillas para meditar consiste en dirigir toda la atención hacia la respiración. Hay que procurar calmarla, inhalando y exhalando con suavidad y fijándose en cómo se mueve el aire. También hay que concentrarse en la duración de cada respiración y ser consciente de ella.
Técnica del espejo
Para poder realizarla exitosamente, hay que sentarse con la espalda erguida, las manos sobre las rodillas y los ojos cerrados. Imaginar que estas sentado frente a ti, como si hubiese colocado un espejo delante tuya. Es necesario imaginar detalladamente todos los aspectos físicos y verse desde todas las perspectivas: arriba, abajo, izquierda, derecha, etc.