los chakras

¿Qué son los chakras?

La palabra ‘chakras’ significa círculos o discos, en el lenguaje sánscrito. El sánscrito es una lengua indoeuropea que se conserva aún en estos tiempos en los textos sagrados y cultos del brahmanismo escritos entre los siglos XV y X a.C. en la India. 

El concepto chakra es muy utilizado tanto en la cultura oriental como en las disciplinas del yoga o la meditación. El término se refiere, metafóricamente hablando, a las ruedas de energía que controlan nuestro cuerpo.

Podemos definir los chakras como centros de energía inmensurables, es decir, que no se pueden medir de ninguna manera.

Cada persona tiene un total de 7 chakras principales en su interior. Se distribuyen a lo largo de toda la columna vertebral, desde la parte más baja del coxis hasta la coronilla. 

Estos centros de energía representan la unión entre el plano consciente, es decir, la conciencia o la mente, y el plano físico, el cuerpo.

Los chakras absorben toda la energía, la procesan y la asimilan en función de la frecuencia vibratoria de cada ser humano. En el último paso del proceso, desencadena una respuesta fisiológica. 

La clave fundamental para entender mejor qué son y cómo funcionan los chakras es creer que todo es energía. 

El objetivo principal de los chakras se centran en equilibrar nuestro cuerpo y nuestra mente a través de una antigua creencia asociada al bienestar oriental. Según esta teoría, los tiene centros de energía son los que rigen todos los órganos de nuestro cuerpo y actúan juntos, aún siendo independientes.

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¿Cuáles son los 7 chakras principales?

Como ya hemos mencionado, las personas contamos con un total de 7 chakras principales, que se encuentran repartidos por toda la columna vertebral.

Cada uno de estos centros de energía se encarga de limpiar y canalizar correctamente dicha energía, para permitir que fluya hacia el resto de chakras.

A continuación, mostramos cuáles son los 7 chakras principales, así como cuales son las funciones en las que se centra.

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Chakra raíz

El primer chakra es el chakra raíz o Muladhara. Se ubica en la base de la espina dorsal y se relaciona con el color rojo y con las necesidades básicas de supervivencia que tenemos las personas.

Chakra sacro

El segundo de los chakras es el chakra sacro o Svadhisthana. Se asocia con los impulsos sexuales y creativos de las personas. El color que mejor le representa es el naranja.

Chakra del plexo solar

El chakra del plexo solar es el tercero de los chakras principales. Como su nombre indica, se ubica en la zona del plexo solar y está relacionado con la fuerza de voluntad y de acción de las personas. Se representa con el color amarillo.

Chakra del corazón

Anahata o chakra del corazón es el nombre con el que se conoce al cuarto de los chakras principales. Se sitúa en la zona del plexo cardíaco, es decir, en el centro del pecho. Se representa con el color verde e implica la capacidad de recibir, dar amor y ser compasivo con los demás.

Chakra de la garganta

El quinto de los chakras es el chakra de la garganta o Vishuddha. Para algunas culturas, este es el chakra más importante del cuerpo ya que representa nuestra capacidad para comunicarlos y expresarnos. Se ubica en la zona de la garganta y se asocia con el color azul.

El chakra del Tercer Ojo

Ajna o chakra del Tercer Ojo son los nombres con los que se conoce al sexto chakra. Se encuentra en la zona del entrecejo y se asocia con el color morado. Podemos decir que es la puerta que deja atrás los chakras más físicos, para dar lugar a los chakras espirituales.

El chakra del Tercer Ojo se relaciona con la capacidad de las personas de librarnos de autoimposiciones. También nos permite ver el contexto actual desde diferentes puntos de vista.

Chakra corona

El último de los chakras principales del cuerpo es el chakra corona. Se ubica en la zona más alta de la cabeza, en la coronilla.

Este séptimo chakra supone una puerta de entrada hacia la consciencia, espiritualidad y sabiduría infinitas.

Los chakras secundarios

Además de los 7 chakras principales que ya conocemos, en nuestro cuerpo podemos encontrar cientos de chakras más. Algunos son conocidos como chakras secundarios. Estos se encuentran repartidos por todas las partes del cuerpo y se relacionan con alguno de los chakras principales. En función de su ubicación, su energía fluirá de una manera o de otra.

También debemos trabajar plenamente en el equilibrio de los chakras secundarios, para conseguir que la energía fluya por todo nuestro cuerpo. Los chakras secundarios más importantes son:

1 y 2. Chakras de los pies

3 y 4. Chakras de las rodillas

5 y 6. Chakras de las gónadas

7. Chakra hepático

8. Chakra subesternal

9. Chakra entre los omoplatos

10 y 11. Chakra del bazo

12. Chakra del timo

13 y 14. Chakra de los senos/pulmones

15 y 16. Chakras de las manos

17 y 18. Chakras de las articulaciones tempomandibulares

19 y 20. Chakras de los ojos

21. Chakra altar mayor

¿Qué es la energía y por qué afecta a los chakras?

La mayor fuente de energía, luz y calor que existe hoy en día es la luz procedente de los rayos del sol. Permite la vida en la Tierra y provee a las plantas de energía para realizar la fotosíntesis, entre muchas otras funciones.

Podemos definir la luz del sol como energía en forma de ondas electromagnéticas. También incluye los rayos cósmicos, los rayos gama, los rayos x, los rayos de luz visibles, los rayos infrarrojos y las ondas de radio.

En nuestro día a día utilizamos muchas de estas energías casi sin darnos cuenta. Lo que muchas personas desconocen es la relación que existe entre la luz y los colores.

Si colocamos un prisma bajo el sol, podemos observar el amplio espectro visible con diferentes tonalidades de color.

De hecho, podemos afirmar que la luz y los colores son inseparables. La luz está formada por las siete energías de los colores rojo, naranja, amarillo, verde, azul, índigo y morado. Coincidiendo con los colores que representan los chakras principales del cuerpo.

Cada color nos afecta de una forma, ya que cuentan con diferentes longitudes de ondas y frecuencias vibratorias. Mientras que el rojo está caracterizado por una amplia longitud de onda y una frecuencia de vibración lenta, el violeta posee una onda corta pero una frecuencia vibratoria muy rápida.

Muchas de las funciones de nuestro cuerpo se estimulan a través de la luz y de los diferentes colores que percibimos, afectando a nuestro sistema de los chakras.

Además, la luz y sus colores no solo afectan físicamente a nuestras hormonas y glándulas, sino que también influyen en nuestros pensamientos, sentimientos, emociones y estados de ánimo.

Cómo comenzar a trabajar los chakras

Seguramente al principio parezca un proceso muy complejo trabajar de forma conjunta aspectos del plano de la conciencia y del cuerpo físico, así como interiorizar el significado de cada chakra, recordar su color y ubicarlo en la zona del cuerpo en la que se encuentre.

Pero, a medida que vas comenzando a relacionarte con ellos, los irás incorporando de forma natural y sin esfuerzo a tu vida cotidiana. 

Recuerda que para lograr alcanzar una vida plena, es necesario que todos los chakras, o la mayoría de ellos, estén limpios, abiertos y equilibrados. 

Algunas técnicas de relajación como el yoga y los masajes ayudan a equilibrar los chakras. Incluso practicar meditación de forma regular, permite identificarlos y trabajarlos. 

Un aspecto muy importante a tener en cuenta a la hora de intentar trabajar en los chakras, es que debemos buscar y crear un ambiente relajado en el que sintamos la máxima comodidad. Uno de los elementos que mejor puede ayudarnos a entrar en este estado de relajación completo puede ser una lámpara de sal del Himalaya.

Sus propiedades y beneficios facilitarán que tanto tu cuerpo como tu mente desconecten del mundo exterior y conecten con el interior.

En definitiva, podemos decir que los chakras se encargan de regular el campo genético de nuestro cuerpo. Son capaces de transformar toda nuestra energía, ya que es a través de ellos por lo que la energía llega a nosotros. Por eso es tan importante mantenerlos equilibrados en todo momento.

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