El chakra hepático es uno de los chakras secundarios más importantes del cuerpo humano. La causa que explica su vital importancia es que se trata del chakra encargado de desbloquear toda la energía que va a ser procesada en el estómago y el hígado.
Más de un 50% de las personas cuentan con un bloqueo en este chakra, lo que supone un verdadero problema.
Algunas de las causas principales por las que muchas personas sufren a menudo bloqueos en el chakra hepático son una mala alimentación, sentimientos de enfado o ira, sentimientos reprimidos o emociones atrapadas, entre otras.
A continuación, veremos algunas de las características básicas del chakra hepático, así como algunas de las mejores técnicas con las que podremos desbloquearlo y permitir que la energía fluya libremente hacia el resto de chakras.
Características del chakra hepático
Ubicación
La ubicación del chakra hepático es la parte derecha del tronco.
Para ubicarlo más exactamente, debemos buscar la parte final del reborde costal derecho y subir 3 centímetros. En ese punto se encuentra la entrada de este chakra.
En el ámbito de la acupuntura, se ubica en el punto H14.
Color
El color que mejor representa el chakra hepático es el amarillo citrino. Este color se sitúa entre el amarillo brillante que representa el chakra del plexo solar y el verde del chakra del corazón.
En muchas culturas, el amarillo citrino atrae la felicidad. Además, se asocia con el color de los rayos del sol y del oro, símbolos de abundancia.
¿Cómo equilibrar el chakra hepático?
Debido a la conexión que mantienen el chakra hepático y nuestra capacidad de controlar la ira y la ansiedad, es conveniente mantenerlo activo y equilibrado en nuestra vida.
Todos los episodios de ansiedad, las preocupaciones y angustias y nuestro desequilibrio emocional tienen su origen en este chakra. También los sentimientos de molestia, resentimiento o violencia están relacionados con bloqueos en el flujo energético de este centro.
Existe un amplio abanico de técnicas y prácticas con las que podemos lograr abrir, limpiar y equilibrar nuestro chakra hepático, para mantenerlo en sintonía con el resto de chakras de nuestro cuerpo.
Además, el chakra hepático también mantiene una estrecha relación con el chakra Manipura, por lo que podemos utilizar las mismas técnicas para conseguir desbloquearlos.
Aquí dejamos algunas de las prácticas más beneficiosas, con las que podemos conseguir los mejores resultados:
Practicar yoga
Para desbloquear el chakra hepático a través de la práctica de yoga debemos arrodillarnos y sentarnos sobre nuestros talones, manteniendo la espalda recta pero relajada.
Juntamos las palmas de las manos, apuntando hacia arriba con todos los dedos, excepto los pulgares que se cruzan, y las colocamos frente al estómago, debajo de la zona del plexo solar.
Debemos concentrarnos en el chakra hepático, en su ubicación, su significado y su color. Solamente cuando logremos focalizarlo, seremos capaces de limpiarlo y equilibrarlo.
Intentar vivir nuevas experiencias
Con la vivencia de nuevas experiencias completamente desconocidas para nosotros, podemos adquirir unos niveles de sabiduría mucho más profundos. También podemos expandir nuestro repertorio de habilidades, actitudes y conocimientos hacia nuevos horizontes.
Para conseguirlo, tenemos que abrir nuestra mente y nuestro cuerpo, mantener una actitud positiva e intentar aceptar y comprender las nuevas situaciones que nos va ofreciendo la vida.
Enseguida empezaremos a notar las ventajas del chakra hepático.
Y para aumentar aún más la eficacia de practicar diferentes técnicas con las que desbloquear los chakras, recomendamos encender una lámpara de sal del Himalaya. Sus increíbles propiedades inundarán toda la sala de un ambiente tranquilo y relajado.
Beneficios de equilibrar el chakra hepático
Cuando conseguimos equilibrar las energías que fluyen a través del chakra hepático comenzamos a ver la vida desde una perspectiva mucho más clara, a la vez que vamos eliminando la incertidumbre de nuestro lado.
Las decisiones que tomamos serán mucho más efectivas y nos abrirán distintos caminos, independientemente de las dificultades que puedan surgir después.
Los sentimientos de ira, odio, rechazo o violencia se convertirán en nuevos retos, en una defensa oportuna y en la capacidad que tenemos para entender y comprender el presente.
Nos convertiremos en los dueños de nuestras propias emociones y podremos controlarlas a la perfección.